Bryan Coco, perrito salvado por la Brigada Canina de Surco, se ha convertido en el rescatista más pequeño del distrito. Gracias a su agudo olfato, ha sido entrenado por el personal municipal en búsqueda de personas. En caso de un sismo de gran intensidad, este chiquitín mestizo de cuatro patas ayudará a los paramédicos a encontrar atrapados bajo los escombros.

Hace poco más de un año, fue abandonado por los alrededores de la Plaza Mayor. Había sido arrojado de un auto en movimiento hasta que una vecina reportó su hallazgo. Sus heridas fueron curadas y fue puesto en el programa de tenencia responsable de mascotas de la comuna. Sin embargo, su gran nariz le valió ser asimilado como miembro de la Gerencia de Seguridad Ciudadana.

Los especialistas de la Brigada Canina vieron que tenía condiciones para efectuar salvatajes. Los guías descubrieron que tenía un muy buen olfato. Cuando era cachorrito, hallaba dónde escondían las galletas en el almacén de la base. A raíz de ello, decidieron ponerlo a prueba. Fue bautizado como Coco pero su nombre compuesto deriva en honor al sereno que lo rescató: Brayan Domínguez.

“Lo hemos entrenado a base de juegos. Ahora él ya adquirió la capacidad de detectar el olor genérico del ser humano. Cualquier persona que esté debajo de escombros, puede hallarla. Cuando entre a un sitio colapsado, muchas veces no lo hará con su guía porque no hay espacio. Entonces nos avisará con sus ladridos”, explicó Luis Pareja, veterinario de la Brigada Canina de Surco.

Bryan Coco ya ha participado en varios simulacros de sismo. Ha sido adiestrado en indicar el hallazgo de personas usando sus patitas, también. Cuando descubre a alguien, es premiado porque para él es un juego. De ser encontrado con garrapatas y desnutrido en las calles, hoy presta su servicio por el bien de la comunidad.