Agentes del Serenazgo de Surco y efectivos de la comisaría de Chacarilla del Estanque intervinieron a una ciudadana brasileña que se mostraba fuera de sus cabales. La extranjera se había cortado una de sus manos dentro de su vivienda y posteriormente salió a la calle para gritar en portugués. Ella reconoció haber consumido sustancias tóxicas.

Vecinos de la urbanización Higuereta reportaron al Centro de Control de Operaciones del distrito de una mujer que alteraba el orden público en la cuadra 1 del jirón Aracena. Al principio, gritaba desde el tercer piso de un predio. Ahí dejó las paredes manchadas de sangre. Posteriormente dejó su morada y aceptó ser vista por los paramédicos de la Brigada de Rescate de Surco.

Sin embargo, minutos después empezó a agredir a todo el personal municipal. El tránsito vehicular se restringió en toda la cuadra. Ahí empezó a bailar y gritar. Incluso, se puso a fumar un cigarrillo. Se le pidió en reiteradas ocasiones a la señorita que guarde la calma, pero hacía oídos sordos.

“Se le hizo las curaciones correspondientes pero después comenzó a salirse de control. Todo el tiempo habló en portugués. Una vecina que dominaba el idioma nos manifestó que ella estaba así porque todo el día había consumido sustancias tóxicas. Eso es lo que nos pudo traducir”, manifestó Chrystian Salas, sereno de Surco.

La extranjera fue identificada como Stefhane Thayse Pinto (34). Se había esparcido la sangre de su mano derecha por su cuerpo. La cámara de una de las móviles de Serenazgo registró cuando golpeó la parte delantera del coche. Finalmente fue conducida a la comisaría de Chacarilla del Estanque.